Algo se mueve en el Sahara
Es curioso como en Europa han desevolucionado desde los llamamientos al cumplimiento de la legalidad internacional a proclamar una política de los hechos consumados en el Sahara que teóricamente beneficia al más fuerte. No sé si por interés o por desconocimiento se estima que Marruecos, quien terminó pidiendo el alto al fuego a finales de los ochenta, es el más fuerte en esta controversia. Lamentablemente un craso error de la parte saharaui fue precisamente su fe ciega en el Derecho internacional. Mientras ellos cedían y seguían creyendo en la resolución pacífica del conflicto, Marruecos (apoyado por los impulsores de las leyes que teóricamente deben regir el funcionamiento de la sociedad internacional) tejía una telaraña para legitimar su ocupación. Tratar de vender la imagen del saharaui como el más débil margina muchos elementos claves en el conflicto. Mientras España abandonaba a los saharauis para sacar tajada de su retirada del Sahara, el Frente Polisario hacía frente a...